Lo sentía, intuía que era como todas esas veces anteriores, pero no me daba cuenta...
Y ahí estaba yo, en mi cuarto de baño con esta lista de quehaceres :
- Limpieza facial sin pasarme, los que me conocéis sabéis que tengo cierta faceta masoquista con mi cara.
- Ducha y afeitarme las piernas.
- Lavarme los dientes.
- Depilarme el bigote y las cejas.
Cuando acabé todos menos el último apartado de mi lista, ya estaba desganada, ya quería hacer las maletas y montarme en el primer bus que fuera hacía una sociedad peluda.
Siempre me pasa igual, sufro como una imbécil frente a la idea, cuando después es una tontería.
Cojo un par de pañuelos de tela de los de mi padre, tamaño mantel de mesa victoriana, por si acaso me da por llorar, no tener que irme del baño a mitad de la faena, puesto que soy muy capaz de salir con medio bigote a la calle y una sola ceja con expresión malvada y sin preocuparme en absoluto.
El bigote lo acabo rápido y sin lágrimas, me felicito interiormente, que suavita me he quedado, aunque antes tampoco es que raspase o te pudieras limar las durezas en mi mostachito.
Cuando empiezo con las cejas empiezan a caer unos lagrimones, dignos de : "me han robado mi piruleta ,mamáááá!!!!! ". Con paciencia me deshago de mis benditos cables, digo pelos. Cuando acabo me miro al espejo con cara de : "estaré guapa cuando mi cara no parezca una reacción alérgica de lo hinchada y roja que estoy" pero aun descontenta, me autodiagnostico pelos largos en las cejas, así que cojo la tijerita, que parece que la afiló el propio Vulcano y al puro estilo Llongueras comienzo a hacerme capas, la melena recta, me pongo extensiones de queratina y unas mechitas en mi zona cejil.
Lo que os acabo de escribir es una de esas exageraciones que me caracterizan, aunque Abel dice que yo nunca exagero... pero no es otra cosa que preparaos para ver como me desgraciado las cejas por que eso si que es cierto, tengo adorables calvitas con las que viviré hasta que vuelvan a crecer.
La frase con la que comienzo esta publicación se debe a que yo sabía que me estaba dejando llevar como esa vez que me corté el flequillo sola y me desgracié gratuitamente, y es que las tijeras no tendrían que estar al alcance de los niños.
Te dejaba mis cejas por un mes. Y lo sabes...
ResponderEliminarEs una pura verdad jejeje
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